¿Cómo se mide lo que vale una persona?

Desde hace años y después de conocer a tantas personas y tan diferentes unas de otras a lo largo de mi vida, el “run run” de identificar esta ecuación sobre la valía de las personas, me he dado cuenta de que siempre ha estado latente en mi pensamiento, dejándome entrever que nada es tan sencillo y a la misma vez tampoco tan complicado. Por empezar con un orden de lo que la sociedad cree que es el resultado de la ecuación en la actualidad, empezaré por algo que algunos dan por hecho y que es lo más importante;

“El conocimiento”

El conocimiento es necesario para poder ser un humano de libre pensamiento, sin pensar por supuesto que las personas que no hayan estudiado, no lo sean. Como ejemplo pongo a los padres de los que hoy tienen una media de unos cuarenta y cinco, cincuenta años y que en sus familias no pudieron hacerlo, ¿entonces esos padres eran ignorantes y no pensaban por sí mismos? ¿De qué manera pudieron levantar todas las ciudades del mundo que hoy conocemos personas que no pudieron ir a la universidad?

Por lo cual pienso, que a pesar de que el conocimiento es importante no te define como persona. 

 La experiencia, en el gremio que se trabaje también es necesaria porque al final crea las habilidades necesarias para cumplir los objetivos y las funciones por lo que te pagan. Por lo cual la habilidad entraría dentro de este párrafo.

¿Pero entonces los que empiezan a trabajar no deberían contratarlos porque no poseen la experiencia? Y si el dicho es cierto sobre que nadie aprende por la experiencia de otros, los que acaban de estudiar, ¿cuándo la adquirirán para ser tomados en serio por los que ya la tienen?

Por lo que considero que, a pesar del que la experiencia y la habilidad son importantes, no te define como persona. 

Y ahora llega la actitud. Una persona que tenga herramientas para el día a día, que inculque valores de respeto, de bondad, de sacrificio, de gratitud, de esfuerzo de humildad, de amor y tantos otros, será recordada por sus seres queridos generación tras generación y que colectivamente nos ayudarán a avanzar como sociedad.

La actitud hacia nosotros y hacia los demás harán de nuestro alrededor un mundo mejor. Por ello, hoy llego a la conclusión de que el CONOCIMIENTO, suma. La EXPERIENCIA Y HABILIDAD, suma, pero la ACTITUD, multiplica.

Me viene a la mente las divisiones de personas que empecé a hacer hace ya muchos años. Todos somos o abejas o moscas y lo explico: 

Una persona abeja, en ambientes donde solo hay estrés y el cortisol sube por momentos debido a complicaciones de toda índole, sean personales o laborales, encontrar la miel como sea. En cambio, las personas moscas, en cualquier lugar que sea un edén, un paraíso en todos sus aspectos, siempre encontrarán la caca. 

Por lo que, como conclusión a mi duda podría decir que las personas con una actitud proactiva, de corazón y con empatía hacia los males de otros, han sido y serán para toda la sociedad estupendas y se les recordará como tal. En cambio, las que evitan pensar en ayudar o comportarse ante el dolor ajeno de una manera adecuada, deshumanizando y creyendo que el poder que pueden poseer en este momento de sus vidas, podrán albergarlo para siempre, simplemente serán olvidadas.

La actitud entonces es lo que demuestra tu valía como persona para los demás realmente. Nadie te tendrá presente cuando desaparezcamos de este mundo, por los estudios y la experiencia laboral, ni por el dinero que tengas, simplemente permanecerás en la memoria de la sociedad por lo que aportaste como ser humano. 

Así que a los que lo hacen bien, que sigan así porque es lo más satisfactorio del mundo y a los que no paran de hacer daño a otros, que también sigan así porque el tiempo barrerá sus nombres. 

Tiro al aire un consejo… 

Les recomiendo que nunca se queden en ambientes donde no reconozcan su valía, a veces hay que pensar en uno mismo y en la dignidad. No encogerse más de lo que ellos ya le han reducido es lo más importante. Siempre es mejor irse a tiempo de algunos lugares llámese trabajo, amistades, amores… no hay que olvidar que en la superficialidad en la que vivimos debería permanecer los valores, sobre todo en cuanto a tener el físico que se aconseja, la mejor curva que se puede tener es la integridad y la sonrisa.  

Un saludo.

Rossana

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